Desde hace algún tiempo, hemos estado observando que las mandíbulas de muchos de nuestros niños y niñas no se desarrollan de forma correcta y sus dientes suelen estar mal posicionados. Aunque los síntomas se pueden detectar claramente a los 3 años, los dentistas, hasta ahora, recomendábamos esperar hasta que el niño o niña fuera mayor para ser tratado con aparatos fijos y, en algunos casos, incluso con extracciones. Dado que los aparatos fijos son una forma efectiva de alinear los dientes mecánicamente y los padres desconocen las nuevas alternativas, normalmente, se pospone el tratamiento hasta que los niños tienen entre 12 y 14 años. En la mayoría de casos, esto no resuelve el problema de forma permanente, ya que una vez se retiran los aparatos fijos lo más habitual es que los dientes tiendan a moverse y regresar a su mala posición inicial, especialmente si el niño o niña no usa retenedores.
Los dientes apiñados no surgen de la nada: son un síntoma, una señal de alerta de que la mandíbula y la cara no se están desarrollando correctamente. Durante más de 25 años de extensa investigación, Myofunctional Research Co. (MRC) ha demostrado por qué tantos niños y niñas tienen los tienden a tener los dientes mal posicionados. Las causas principales son los malos hábitos orales, tales como la respiración bucal y la deglución atípica en combinación con la fuerza ejercida por la lengua, las mejillas y los labios. Para evitar problemas más serios en el futuro, estas rutinas lesivas pueden y deben ser tratadas lo antes posible. La prevención temprana también consigue resultados que no son posibles cuando la cara y la mandíbula ya han parado de crecer.
En base a esta investigación, en Dentalgil ponemos a disposición de nuestros pacientes el nuevo sistema Myobrace®
MRC ha diseñado el sistema Myobrace®, que permite corregir los malos hábitos orales de los niños y niñas en crecimiento y mejorar la posición de sus dientes y su desarrollo facial al mismo tiempo. Esto implica que los problemas de ortodoncia pueden resolverse mucho antes que con los tratamientos tradicionales y sin necesidad, en muchas ocasiones, de aparatos fijos ni extracciones. Fomentar la evolución natural del niño o niña al usar el sistema Myobrace® también le ofrece la posibilidad de desarrollar todo su potencial genético.
Los aparatos Myobrace® son fáciles de usar durante una hora al día, realizando actividades normales, y durante la noche. Dada la gran demanda de este tipo de soluciones libres de dolor y estrés, en Dentalgil utilizamos este tratamiento para beneficiar el crecimiento facial. El sistema Myobrace® mejora el aspecto de toda la cara y, al ser un método directivo e interactivo, anima a los niños y niñas a asumir responsabilidades para corregir sus costumbres.
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