Apretar y rechinar los dientes durante la noche es una afección llamada bruxismo. Se trata de una de las patologías más comunes entre los pacientes y puede tener consecuencias para la salud oral, como desgaste dental, inflamación de la mandíbula o hipersensibilidad dental.
El bruxismo deriva de apretar los dientes fuertemente o de realizar movimientos involuntarios que provocan que choquen entre sí y que no solo producen ruidos desagradables, sino que pueden alterar nuestro descanso.
Pese a que las causas exactas no son del todo conocidas, se considera que la ansiedad y el estrés son los principales desencadenantes del bruxismo, aunque también se relaciona con una alineación inadecuada de los dientes y trastornos del sueño.
Despertarse con dolor de cabeza, de cervicales o de oído o fatiga en los músculos de la mandíbula, pueden ser los primeros síntomas que perciben quienes sufren esta patología. Una visita al dentista es la mejor forma de diagnosticar y tratar tu problema dental.
¿Cómo se trata el bruxismo?
Las férulas transparentes o alineadores, que se fabrican a medida de cada paciente, logran que los dientes se coloquen a través de pequeños micromovimientos.
Estas férulas de relajación son dispositivos generalmente confeccionados con resina acrílica transparente, que se colocan sobre la arcada superior o inferior. Al contactar con los dientes, consiguen que la mandíbula vaya a una posición en la que los músculos se relajan y, con ello, se pueden aliviar dolores e inflamaciones.
Además, también debemos buscar la manera de relajarnos: pasear, leer, escuchar música o darse un baño caliente son algunas de las actividades que pueden ayudarnos a encontrar la calma, a gestionar el estrés y a relajar la musculatura. Asimismo, podemos realizar ejercicios musculares faciales y evitar ingerir alimentos duros y goma de mascar.
Desde la clínica Dentalgil recomendamos realizar una revisión periódica, al menos cada seis meses. ¡Llama ya y solicita tu cita ahora!